Se comienza refiriendo que “milodones en familia” es un juego interventivo que nos ayudará a practicar el ejercicio de la parentalidad; el cual trata de una familia de milodones (animal prehistórico que habitó en el extremo sur de sudamérica en periodo Pleistoceno), quienes deben migrar de su cueva debido a que los deshielos están destruyendo su hogar poniendo en peligro a los miembros de la familia.

Se explica que los padres / madres / cuidadores enfrentarán 12 desafíos, los cuales harán referencia a situaciones cotidianas contextualizadas en este ambiente de migración de emergencia. Es importante señalar que no hay respuestas buenas ni malas, porque en general para aprender es necesario equivocarse y la idea es construir un espacio de aprendizaje adjudicado al marco de la parentalidad. En dicho contexto los padres / madres / cuidadores deben propiciar que los hijos logren adherir a sus instrucciones para promover la migración y asegurar la supervivencia de la familia. Esto debe estar en el marco de “los buenos tratos para la niñez”.

Una vez leído el desafío, el jugador deberá elegir al azar una carta de “personalidad” que condicionará la manera en que enfrentará la situación. Para esto, el guía debe presentar las cuatro cartas al jugador “boca abajo”, para que la persona elija una de ellas.

Una vez elegida la carta, el jugador la deberá leer, asimilar, actuar o referir una narrativa desde esa perspectiva. Por ejemplo: en desafío 1, “levantar a las/los hijas/os”, la persona que sacó un estilo de rechazo emocional debería construir una narrativa que contenga elementos de desaprobación a las emociones de sus hijos/as y apegarse a la norma que en este caso es migrar los más rápido posible por la supervivencia de la familia.

Los demás jugadores deberán realizar una evaluación ocupando las cartas de “votación milodónica” pensando en dos variables: primero, imaginar que somos niños o adolescentes y cómo reaccionaríamos frente a las indicaciones de los padres/madres/cuidadores. Bajo esta pregunta ¿le haríamos caso a nuestro cuidador? y en segundo lugar: ¿Resuelve el desafío logrando el aprendizaje en los/as niños/as dentro del marco de los buenos tratos?

Una vez que los jugadores hayan votado, es decir si adhieren o no a la indicación dada por el jugador en turno, la persona debe contar con una votación positiva unánime, si la persona obtiene una carta de votación roja, es decir, de “no adherencia”, el jugador debe re elaborar las instrucciones en su narrativa con las cartas guías o de “competencias parentales”.

La persona debe elegir mínimo 3 y sin un máximo de cartas guías o de “competencias parentales” para re elaborar su narrativa, ahí los jugadores de nuevo darán su opinión, pero esta vez para complementar la narrativa del jugador de turno, y así fortalecer las competencias seleccionadas para lograr que los niños/as adhieran a las instrucciones de los padres/madres/cuidadores.

Cuando la persona logra generar una narrativa en común ocupando las competencias parentales, el grupo avanza al siguiente desafío.

Para un mejor desempeño del juego, se deben realizar obligatoriamente los 2 primeros desafíos de manera correlativa, en el caso que el monitor/a lo desee dependiendo del tipo de intervención, este/a puede elegir el desafío que sea más acorde a las necesidades de la persona que está siendo intervenida.

Cuando se cumplen todos los desafíos, el monitor debe dar un cierre considerando lo aprendido por el grupo durante el juego.